¿Cuántas veces has perdido el sueño?, ¿cuántas veces le cuelgas al amor de tu vida el teléfono y te dices, sí!!, como no!!!….? ¿Cuántas veces el día pasa y solo pensamos en lo peor?. La respuesta a estas preguntas, es la misma; «muchas veces»; esto sucede cuando no controlamos la mente, al no hacerlo, le abrimos la puerta a la «Loca de la Casa», sí, ella es la que nos hace pensar cosas negativas, que nos vulneran y nos envuelven en una sensación de miedo, ira, dolor y tristeza; logrando que la mayoría de las veces tomemos las peores decisiones para nuestra vida.
Somos lo que creemos y nuestra vida depende totalmente de ello, a esto, le sumamos las situaciones buenas y no tan buenas que vivimos y como una formula matemática, la suma genera como resultado esa personalidad que nos hace únicos, particulares y a a la loca de la casa que vive en nuestra mente, le da todo lo necesario para que haga con nosotros lo que quiere.
Descubrí a la loca de mi casa hace varios años, años en los que sentí temor y miedo durante largos períodos de tiempo; desde ese entonces, la he ignorado y le he permitido que hable de más… confieso que a veces me encanta escucharla a pesar de lo que me genera y cómo últimamente se esta pasando de la ralla, he empezado a ser consciente de que la tengo que controlar.
Concientizarme me llevo a pensar en mi propósito, descubrí que siempre he querido servir con amor, que mis experiencias puedan de manera práctica dar información útil para aprovechar cada minuto de la vida y disfrutarla al máximo; por lo que a partir de hoy, todo lo que encontrarás en esta pagina será para controlar y aprender a escuchar a la loca de la casa.
La primera acción con la que iniciaremos este camino es, empezarnos a escuchar, esto nos llevará a identificar rápidamente cuando debemos cambiar o voltear eso que nos está diciendo la loca de la casa y que comienza a atraer eventos, personas, historias y experiencias que tal vez no necesitamos en nuestra vida.
Mi invitación es que a partir de hoy evitemos empelicularnos!!!! Sí, amamos hacer eso y lo único que logramos es actuar mal, estar inconformes, incrédulos, no disfrutar lo que vivimos y desgastarnos.
Cada vez que te veas convenciéndote de algo que se basa en supuestos, busca un espejo, mírate y di con voz fuerte y muy segura(o): «cállate!!, vamos a averiguar y a buscar la verdad… bueno por lo menos la realidad».
Respira y empieza a pensar en algo diferente; si puedes, ocúpate, eso hará todo más fácil.
10 comments